Allariz hunde sus raíces históricas en la civilización castreña y posteriormente en la colonización de tiempos romanos. El nombre de Allariz, sin embargo, proviene de un asentamiento suevo y de su jefe militar Alarico que estableció aquí su residencia.
Tras el gran esplendor de Allariz en tiempos del reino Suevo a comienzos de la Edad Media hay que esperar a los siglos XI, XII y XIII para recuperar su importancia. Alfonso VI, sobre el año 1075 construye murallas y fortaleza. Su nieto Alfonso VII inicia la costumbre de educar a los príncipes en esta villa.
La decadencia de la villa Allariz llega en el siglo XIV por las represalias de Enrique II de Trastamara por ser villa afín a Pedro I durante la guerra civil y fratricida sufrida por el reino y finalizada en 1369.
De los siglos plenomedievales, Allariz ha conservado numerosos monumentos como su buena colección de iglesias románicas (algunas lamentablemente transformadas), restos de muralla y castillo, el convento de Santa Clara, el conjunto urbanístico del barrio judío.
La iglesia de San Pedro ha sufrido muchas intervenciones posteriores, aunque conserva algunos elementos que revelan su origen medieval. Documentada desde el año 1170, año de su consagración, aparece citada con frecuencia a lo largo del siglo XIII. Desde su origen debió ser una iglesia parroquial sencilla, estructurada en torno a una nave única con ábside recto, una torre ubicada a los pies, y un claustro en el lado norte, hoy desaparecido.
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