Santuario de As Ermidas

En 1624, tras un milagro atribuido a la Virgen de las Ermitas, el Obispo de Astorga Alonso Messía de Tovar ordena construir un gran santuario pese a que en aquel lugar ya existía una pequeña capilla en su honor.

Con el tiempo, este santuario se convirtió en uno de los centros de peregrinación más importantes de noroeste peninsular y un centro religioso de primer orden en Galicia.

El templo consta de 3 naves separadas por pilares y arcos de medio punto. Tiene una nave transversal que la convierte en una plata de cruz latina. La cubierta de madera de la nave central tiene pinturas dedicadas a la Virgen que datan de entre el año 1728 y 1730; obra del artista compostelano Francisco Conselo de Villar.

En el presbiterio destaca el altar de plata y el retablo de madera con remate en dorado. El Vía Crucis es una de las señas de identidad de este santuario. La calidad de sus tallas lo colocan a la altura de los mejores del mundo. Representa hasta 15 estaciones que corresponden con 15 episodios de la Pasión de Cristo.

El atrio del santuario es lugar de celebración de ceremonias religiosas como el “Desenclavo” o la “Estoupada do Xudas” y también es lugar de esparcimiento para los mayores y espacio de recreo para los pequeños. En sus cuatro esquinas encontramos las cuatro primeras estaciones del Vía Crucis; unas composiciones de cantos rodados de colores que forman figuras en el suelo.

En el centro de la plaza hay un cruceiro de base cuadrada con cinco escalones sobre los que se alza una columna rematada en cruz con las representaciones de Jesús Crucificado y de la Virgen con su hijo en brazos tras el Desenclavo.

A unos 100 metros del templo, subiendo la calle en dirección a la Resurrección, encontramos una fuente de piedra que los vecinos llaman “A Dormiñona”. Fue construida a principios del siglo XVIII y, actualmente, es uno de los principales puntos de abastecimiento de agua potable para los vecinos.

La Virgen de las Ermitas es Señora por excelencia de las montañas orientales de Galicia. Cuenta la leyenda que su imagen fue encontrada en una cueva por unos pastores y en aquel mismo lugar se levantó una pequeña ermita en su honor de la que, a día de hoy, ya no quedan restos tras su eliminación en el siglo XIX.

Desde un punto de vista científico, bajo los añadidos modernos, la imagen de la Virgen de las Ermitas es una imagen de origen medieval del siglo XIII – XIV hecha en madera policromada de 58 centímetros de altura a la que se le quitaron las manos y el niño originales.

A principios del siglo XVIII se le añade el cabello postizo. El conjunto se completa con adornos de plata (corona y sobrecorona), la aureola y los angelitos que hay a ambos lados.