El puente de Vilanova, sobre el río Arnoia, en la hermosa e histórica villa de Allariz, se conserva perfectamente a pesar de seguir siendo utilizado para el paso de vehículos. Los romanos no hacían proyectos perecederos y por eso, después de algunas reformas medievales, podemos admirar esta obra de arte de la antigüedad en perfecto estado.
El puente conserva dos grandes arcos de medio punto ligeramente apuntados, característica propia del medievo. Sus dimensiones son parecidas, llegando a una luz de 11,25 m y 11,38 m. La calzada adquiere un ancho de entre 3,80 m y 4,40 m. Como muchos puentes de la comunidad se encontraban vigilados por diferentes órdenes religiosas, como en este caso, que era custodiado por la Orden de San Juan de Jerusalén.
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