Esta construcción romana del siglo XIII fue un enclave estratégico en la época de los emperadores Augusto y Trajano. La única construcción en kilómetros que permitía cruzar el río Miño de una orilla a otra. Sobre él transcurría (y transcurre) el Camino Mozárabe – Vía de la Plata en su paso hacia Santiago de Compostela.
Debido a sus frágiles cimientos fue reconstruido en diversas ocasiones y, junto a la Capilla de Nuestra Señora de los Remedios, nombrado Monumento Histórico-Artístico en el año 1961.
Se cree, gracias a documentos sobre las rutas del Imperio Romano, que este puente formaba parte del itinerario entre Braga (Bracara, Augusta) y Astorga (Asturica Augusta).
Actualmente, la construcción conserva 7 de los 11 arcos originales. Tiene una longitud de 370 metros de largo y una atura aproximada de 38 metros sobre el nivel medio de las aguas del río. Para su construcción se empleó piedra granítica de la comarca.
La relevancia de esta construcción en la historia de Ourense es tal que aparece representado en el escudo de la ciudad junto a una torre que fue demolida en el siglo XIX y que, actualmente, no existe.
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