Ubicado prácticamente en el lecho del río Miño, se trata de un espacio de baño al aire libre al pie de un antiguo molino en madera (una acea) totalmente restaurado, del cual toma el nombre (muíño es la palabra gallega para «molino»). Está rodeado de una amplia zona verde recreativa, que se funde con la vegetación de ribera del lugar.
El conjunto lo forman cinco piscinas: un vaso principal de 200 m2, un segundo de 130 m2 y otros dos más pequeños de 55 y 45 m2, además de un vaso de agua fría para baños de contraste. El agua de baño ronda aquí los 40º C. Todo el recinto está alimentado por varias surgencias manando a temperaturas de entre 65 y 72º C, algunas de las más calientes de la Península.
Las aguas de este espacio de baño son de mineralización débil y alcalinas: bicarbonatadas-sódicas, fluoradas y silicatadas.
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