Catedral románica tardía con elementos góticos cuyo origen nos remonta a los S. XII y XIII. Templo con planta de cruz latina y de influencias compostelanas y cistercienses.
En su interior, encontramos:
CAPILLA MAYOR: reubicada en la nave central en el S.XX, destaca su retablo de estilo gótico (S. XVI) obra de Cornelis de Holanda.
Está compuesto por 4 cuerpos y 5 calles entre las cuales destaca la central por la representación de San Martín de Tours (patrón de la Catedral).
A ambos lados del retablo se elevan dos altares barrocos del S XVIII, por autoría del escultor y arquitecto leonés, Francisco de Castro Canseco. Bajo ellos se ubica la sillería del coro, de estilo renacentista y dos sepulcros; uno de ellos de estilo gótico y de correspondencia anónima (S XIV) y, el otro, respectivo al Cardenal Quevedo (S. XIX). Sobre la capilla central se erige el Cimborrio de la Catedral, que ilumina el interior. Obra de Rodrigo de Badajoz realizada acorde a los cánones del goticismo entre 1499 y 1505.
CAPILLA DEL SANTO CRISTO: capilla que se puede observar a través de una reja renacentistas de estilo barroco. Dentro de la propia capilla destaca el baldaquino, obra de Domingo de Andrade (mismo autor del baldaquino de la Catedral de Santiago de Compostela) y dos tallas que representan la Virgen Blanca en Alabastro y al San Mauro de Francisco de Moure. La sillería del coro data del S. XVI, obra de Diego Solís y Juan de Angés, y trasladada en 1938.
No obstante, el elemento más señalado de la capilla es el Santo Cristo y la leyenda que le acompaña. Se dice que el pelo y la barba del Santo Cristo son de pelo real que crece y que es necesario ir recortando. Esta creencia atrae donaciones de todo tipo.
PÓRTICO DEL PARAÍSO: Se sitúa en la fachada oeste de la catedral. Data del S. XIII ha recibido una reciente restauración. En su composición se aprecia claramente la influencia que ejercida en su construcción por parte del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela y, a su vez, del escultor Maestro Mateo.
En el S. XVI, tras una reforma, se añaden la Bóveda estrellada y una imagen de San Martín. En el parteluz se reconoce una imagen de Santiago apóstol situada bajo la representación de San Martín a lomos de un caballo y con espada en mano (patrón de la ciudad) en honor a su leyenda. Por último, en los laterales se diferencian dos altares; uno dedicado a la Virgen Belén y, otro, al mártir San Francisco Branco.
MUSEO CATEDRALICIO: ubicado en un antiguo claustro gótico inacabado del S. XIV llamado “Claustra Nova”, desde 1954 esta cámara acoge los tesoros de la Catedral.
Misal Auriense: el primer libro impreso en Galicia que data del año 1494
Tesoro de San Rosendo: un conjunto de piezas románicas procedentes del Monasterio de Celanova
8 figuras de un ajedrez Fatimí: arte del Egipto medieval hechas de cristal de roca
Piezas de orfebrería religiosa colonial: la Cruz de Azabache, la cruz Procesional, exvotos de barcos de rigen desconocidos…
Columnas del antiguo altar principal: bloques de granito decorados del año 1188
Centauro-sagitario: escultura de un signo zodiacal que anteriormente se ubicaba en la fachada de la catedral (S. XII)
Virgen de Reza: talla del siglo XII que representa a la Virgen sobre un trono.
Virgen Sedente de Seixalbo: escultura de granito del siglo XII que representa a la Virgen con el niño Jesús en su regazo y bendiciendo con una mano.
Frontal de altar de Limoges: conjunto de placas esmaltadas en cobre del S. XIII en las que se aprecian las figuras de Cristo, la Virgen María y diversos Santos.
En relación al exterior de la Catedral:
- PUERTA NORTE: fue, en su inicio, de estilo románica y modificada en el S. XV con la adición de elementos góticos tras el ataque de D. Rodrigo Alonso de Pimentel, Conde de Benavente que concluyó con la demolición de gran parte de la fachada norte. Todos los elementos decorativos actuales son posteriores.
- PUERTA SUR: la fachada que preside la Plaza del Trigo, en este caso, sí es original. No obstante, presenta elementos que se erigieron posteriormente como es el caso de las almenas que ordenó construir el Obispo de Ourense en señal del poderío que ostentaba.
- PUERTA OESTE: la que, actualmente, es la puerta principal de la catedral, durante muchos años fue inutilizada. Las escaleras que conducen hasta la entrada fueron construidas en el S. XX, por lo que durante muchos años la Catedral de Ourense fue, como decía Vicente Risco, la catedral “ciega”.
- TORRE DE LAS CAMPANAS: se alza 40 metros sobre el suelo y está coronada por ocho campanas. El precio de la visita incluye la visita al punto más alto de la torre, desde donde es posible disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad
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